La educación en el Antiguo Egipto poco
tiene que ver con el sistema educativo de nuestra sociedad a día de hoy.
Durante el desarrollo de esta civilización la educación estaba ligada a la
familia y hasta los cuatro años los pequeños se entretenían con sus juguetes.
Posteriormente, los niños aprendían imitando la profesión de sus padres en
algunos labores como los agrícolas, talleres o viñedos entre otros. Ahora bien,
la educación en el Antiguo Egipto variaba según el rango social al
que se perteneciese. El Faraón era el único que no ejercía de tutor
con sus hijos pues encomendaba esta tarea a tutores reales. Los hijos de éstos
eran quienes tenían más facilidades en cuanto a la escolarización y también
aprendían los oficios de sus padres.
Los adinerados tenían privilegios, pues
los príncipes y princesas aprendían literatura, matemáticas, escritura y
gramática. Sin embargo, los hijos de los agricultores y pescadores tenían
accesos limitados a la educación y más bien aprendían a cultivar, recolectar y
pescar junto a sus padres como hemos señalado al principio.
Los hijos de los escultores y pintores
sí tenían un mayor acceso a la educación ya que podían convertir
textos escritos en papiros y jeroglíficos que se inscribían en las estatuas y
esto es una tarea que requería de ciertos conocimientos. Por tanto, los
escultores y los pintores tenían que dominar la lectura y la escritura.
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