El realismo pretende la reproducción
exacta, completa, sincera, del ambiente social y de la época en que vivimos...
Esta reproducción debe ser lo más sencilla posible para que todos la comprendan.
Los rasgos fundamentales del realismo
son los siguientes:
Procura mostrar en las obras una
reproducción fiel y exacta de la realidad.
Se opone al romanticismo en su rechazo
de lo sentimental y lo trascendental; aspira, en cambio, a reflejar la realidad
individual y social en el marco del devenir histórico.
Hace un uso minucioso de la
descripción, para mostrar perfiles exactos de los temas, personajes,
situaciones e incluso lugares; lo cotidiano y no lo exótico es el tema central,
exponiendo problemas políticos, humanos y sociales.
El lenguaje utilizado en las obras
abarca diversos registros y niveles de lenguaje, ya que expresa el habla común
y se adapta a los usos de los distintos personajes, que son complejos,
evolucionan e interactúan influyendo en otros.
Las obras muestran una relación mediata
entre las personas y su entorno económico y social, del cual son exponente; la
historia muestra a los personajes como testimonio de una época, una clase
social, un oficio, etc.
El autor analiza, reproduce y denuncia
los males que aquejan a su sociedad.
Transmite ideas de la forma más
verídica y objetiva posible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario