La pedagogía de esta época está
influida por las dos grandes corrientes filosóficas que surgen en ella: la
empírica, representada principalmente por Bacon, y la idealista, fundada por
Descartes. Ninguno de ambos escribe directamente sobre educación, pero sus
ideas repercuten grandemente en ella. A estas corrientes hay que añadir el
efecto del movimiento científico, naturalista y crítico que parte del
Renacimiento.
Bacon (1561-1626) considera que el conocimiento procede de la experiencia, de las percepciones sensibles, por lo cual hay que partir del estudio de la naturaleza, del conocimiento de las cosas. Para esto hay que emplear el método inductivo por el cual se agrupan los hechos particulares, se experimentan y compruebanpara llegar a los conceptos generales, es decir, al conocimiento.
Bacon (1561-1626) considera que el conocimiento procede de la experiencia, de las percepciones sensibles, por lo cual hay que partir del estudio de la naturaleza, del conocimiento de las cosas. Para esto hay que emplear el método inductivo por el cual se agrupan los hechos particulares, se experimentan y compruebanpara llegar a los conceptos generales, es decir, al conocimiento.
Descartes (1596-1649) parte de la duda metódica, de cuestionar las ideas recibidas. Afirma en cambio la sustantividad del yo y de la razón frente al mundo exterior. Lo decisivo para el conocimiento son las ideas, no las cosas; el ser pensante, no el mundo exterior. Su influencia en la pedagogía se debe sobre todo a sus ideas sobre el método, que llegan a constituir una de las bases de la nueva didáctica.
Empirismo e idealismo, aunque contradictorios en apariencia, se complementan en la educación y dan lugar a la pedagogía realista, que caracteriza a esta época.
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